domingo, 16 de noviembre de 2008

“Y te cuento”, sus orígenes.


Ese día anocheció antes de tiempo. De modo que me ví atrapado en una red de calles iguales dispuestas en cuadrículas, en un polígono industrial a las afueras de mi ciudad al que había ido buscando unas cajas de cartón. Caminaba buscando una salida y me topé con una visión que me estremeció. La experiencia demuestra que uno no siempre está preparado para lo inesperado. Sabía que los humanos somos capaces de todo, pero no de tanto, sinceramente. La imagen me sorprendió, no lo voy a negar; era la primera vez que mis ojos veían algo semejante. Miré a mi alrededor por si alguien vigilaba escondido, por si en última instancia fuera una broma de mal gusto y punto. Me acerqué más; parece que las distancias cortas dan más verosimilitud a la realidad. Efectivamente; era lo que pensaba. Tenía ante mis ojos lo que hubiera preferido no haber visto nunca: un blog abandonado.
De esto hace unos 3 meses. Ya me he hecho cargo de él. No sin esfuerzo, claro. Hay que prestarle atenciones y dedicarle un poco de tiempo. Y aunque no es lo que busco, me lo agradece. Y eso me hace sentir bien.
No te vayas muy lejos, tú que lees; sí, sí, tú. A ti también te necesita.
Ven a verlo de vez en cuando. Te lo agradecerá. Te hará sentir bien.
Ah! Y gracias por haber venido hoy.

Hasta mañana.

Foto simulada, tomada en circuito cerrado. No intente hacer lo mismo. Ponga esta imagen fuera del alcance de los niños.

No hay comentarios: