miércoles, 30 de septiembre de 2009

Cuarenta años del Abbey Road.

Acaban de cumplirse 40 años de la grabación del último disco que hicieron The Beatles juntos: Abbey Road. El álbum Let it be se publicó posteriormente, pero ya había sido grabado con anterioridad.
El título del disco corresponde a la calle de Londres donde el mítico grupo grabó casi todas sus canciones.
La portada ostenta un record de imitaciones, incluso por importantes grupos como The Red Hot Chili Peppers, y fue producto de la improvisación. Los cuatro Beatles aparecen en fila, como escenificando un cortejo fúnebre. John Lennon va vestido de blanco: es el predicador o sacerdote; Ringo va de luto, es el amigo del difunto; George Harrison va vestido con un ropa vaquera e informal: es el enterrador. Paul es el único de los cuatro que va descalzo y camina con los ojos cerrados. En muchas culturas orientales, los difuntos son quemados descalzos. Además, su paso está descoordinado respecto al resto de los Beatles, como si no perteneciera a la procesión.
Escuchando el disco uno entiende por qué The Beatles es un clásico: nunca defrauda.
Canciones como Come together o Here comes the sun te dejarán sin aliento si las escuchas por primera vez.
Si nunca has escuchado este disco, consíguelo y disfruta de buena música.
Si lo conoces, recuérdalo como homenaje a sus cuarenta años de existencia.

martes, 29 de septiembre de 2009

Libro recomendado del mes.

"EL QUE APAGA LA LUZ", de Juan Bonilla.
Juan Bonilla es un escritor gaditano (bueno, de Jerez) que hace unos años saltó al mundillo literario español como una joven promesa con este libro de cuentos del que podéis ver la portada. Resulta dificil encontrar entre las novedades editoriales diarias literatura capaz de sorprender y permanecer a lo largo de los años, pero él lo ha conseguido.
No había caído en mis manos hasta hace un mes, 15 años después de su publicación, y la lectura del primer cuento me hizo dejar de leer para poder saborear lo leído. El segundo no me llenó y el tercero y el cuarto me volvieron a sorprender y me encantaron y hasta me fascinaron.
Así es como me he bebido este libro, compañero de viaje, a cuento por día, sin más ansiedad que la de llegar al final y quedarme sin cuentos.
Por supuesto, los hay mejores y peores, pero casi todos merecen la pena.
Si te paseas por estas páginas descubrirás personajes que no pueden dormir obsesionados por el ruido que debe hacer la torre de Pisa al inclinarse, o un muchacho que hace del deja vu una manera de estar en el mundo o incluso otro que se pasa las madrugadas telefoneando a desconocidos para compartir su insomnio e iniciar la ansiada revolución...